domingo, 20 de abril de 2014

Yo también quiero mi independencia



Querido amigo Mas:
Yo también quiero la independencia, como usted. Porque a mi también me duele vivir en un pueblo que contribuye más que recibe, que tiene un campo de tiro para que jueguen a ser soldados los hombrecillos de la OTAN a cambio de que yo no pueda dormir tranquilo cuando oigo sus vuelos rasantes. Yo también quiero que mi pueblo suene cuando se hable del pleno empleo, pero sólo se habla de él para decir que vuelve a subir el número de desempleados. Amigo Más, también quiero independencia para poder culparme a mi mismo por no tener un hospital a menos de una hora, o por tener que sufrir la apatía europea y española para firmar un acuerdo de pesca. También quiero mi independencia para poder gritar a aquellos delincuentes que se auto proclaman representantes del pueblo, y que dejen de llevarse las comisiones que en su gestión se ganan por debajo de la mesa. Yo quiero una independencia que no tenga que inclinarse ante los líos de falda de ningún rey, las corrupciones de sus familiares, tesoreros de partidos políticos o regidores de comunidades autónomas. Mi independencia, servirá para que los defensores de los trabajadores, no gasten sus asignaciones en drogas ni meretrices. Porque señor Más la independencia que yo quiero es la de la honradez del trabajador, donde no hay puertas para los colores idiomáticos ni de piel ni raza. Donde el español será bienvenido igual que un catalán y el andaluz será la marca registrada para enarbolar la libertad y la honradez. 
           Señor Mas, su solicitud de independencia es legitima, porque yo también la quiero, pero seguramente hubiese tenido más credibilidad si la hubiese planteado antes de que su comunidad o país, apareciera como la más endeudada de España, o si los casos de corrupción que salpican al hijo del padre de su partido no existieran. 
        Esta historia yo la conozco ya, porque la he vivido antes, todo se solventará con unas mayores prestaciones económicas del país a su comunidad que volverá a tener más ayuda que ninguna porque usted amenaza con irse. Mientras, yo seguiré volando sobre mi tierra verde de campo y azul de mar, y negra de la quemada paciencia por seguir siendo la paciente sufridora de las amenazas de partidos nacionalistas de otras comunidades denominados países, que saben tirar de la manta para sí mismo y dejan a los andaluces con los pies fuera, mientras seguimos sin conocer la verdad de los que en los últimos años se ha hecho con nuestro dinero en el Hospital de las Cinco Llagas, porque los defectos de forma de una jueza ávida de fama no permiten juzgar a los principales responsables. Señor Más si usted hace un país sin nada de estas cosas que tanto repudio, le pediré consejo para ser también independiente.
Publicado en Viva Barbate el 11 de Abril de 2014

Todos tiramos en la misma dirección pero con diferentes cuerdas



Esta semana La Janda se ha manifestado en la capital gaditana solicitando salud, que es lo que significa evitar un trayecto interminable hasta los centros hospitalarios de Puerto Real o Cádiz. La manifestación fue convocada por una formación política y condujo a más de un centenar de personas a solicitar la apertura del centro de atención hospitalaria, Chare. Posiblemente no haya nadie, dentro de la comarca que no reconozca la necesidad de que este centro asistencial abra sus puertas y preste servicio a la ciudadanía, sin embargo el simple hecho de que una formación política lo haya convocado ha provocado que muchas personas haya decidido quedarse en su labor rutinaria, y así imposibilitando que del centenar de personas se hubiese pasado a miles.
          Este tipo de circunstancias me hace recapacitar, sí realmente hemos alcanzado una sociedad madura en la Democracia, que opinión tendría de una actitud ciudadana como esta, el recientemente fallecido Adolfo Suárez, cuyo gran éxito fue permitir la coexistencia respetuosa de los herederos de la derecha franquista y los defensores de la República. ¿Por qué las otras formaciones políticas no apoyaron esta concentración? o ¿por que esos foros ciudadanos que tanto se empeñan en desmarcarse de la clase dirigente no demostraron ser diferentes a ellos?. Vivimos en una sociedad donde todos sabemos lo que buscamos, pero todos queremos tirar de una cuerda propia. El odio, el rencor o el egoísmo hace que no queramos compartir la misma maroma, porque todos queremos compartir un hueco protagónico que se empeña en arrebatarnos el vecino de al lado. Tal vez en esta sociedad actual, importa menos lo que se demande que quien lo haga; y todos buscamos un minuto de gloria que debemos defender ante la posibilidad de que alguien nos la arrebate. 
          Debo recurrir a los escritores de la modernidad, a los pensadores de entonces, como Maquiavelo, el cual en su lección doctrinaria al futuro rey le hablaba de que “el fin justificaba los medios”, pero curiosamente en esta sociedad de la información y el desarrollo, el fin parece ser lo menos importante aunque los medios siguen siendo una rueda de moler que no importa que se lleve por delante, para conseguir nuestro minuto de gloria. 
          Quiero terminar con un grito por la salud, para que pronto La Janda tenga su centro hospitalario, porque es la salud el tesoro más grande que tenemos; pero también porque los vecinos de esta comarca tengan trabajo; para que puedan tener calidad de vida; que tengan centros de ocio cultural como teatros y cines; un transporte de calidad para que conozcamos nuestro entorno y podamos trasmitirlo al turismo que arribe a nuestra comarca; y sobre todo para que seamos uno, sin mas color que el verde del campo y el azul del mar que nos rodea, sin más dependencia que la de nuestras propias economía familiar y la salud; sin más protagonismo que el colectivo de una comarca que debe andar siempre de la mano para que nadie construya sus fortunas a costa de la salud de los jandeños.
 Publicado en Viva Barbate el 28 de Marzo de 2014
           

La Voz de los niños



Los éxitos en televisión de algunos programas para adultos, ha llevado a que las diferentes canales hayan creado sus pequeños sucedáneos o versiones infantiles. Así, el programa Master Cheff, de La 1, ha degenerado en otros tantos programas gastronómicos. Algo parecido ha pasado con Mira Quien Baila y supongo que seguirá pasando en el futuro, hasta quien sabe si algún día podamos ver un Baila Haciendo el Menú del Día, que aúne ambos “talents shows”. 
          A mi lo que realmente me molesta de estos programas es la utilización de los niños, y en concreto me sucede con el programa de La Voz Kids. No me gusta que se juegue con la ilusión de muchos pequeños que aspiran a un éxito que difícilmente conseguirán y someterlos al juicio de tres de sus ídolos, que tendrán que bajarse de su pedestal para decirles que no pueden seguir en el concurso, con argumentos tan absurdos como a veces poco creíbles. Cualquiera de nosotros sabe que pocas cosas te contraen el corazón tanto como el llanto de un niño, que en este programa es la constante diaria. Y sí hablamos del que sigue adelante, aún es peor, pues sus progenitores, deberán de tener la difícil habilidad para evitar que pueda convertirse en repelentes pequeños monstruos como los Lindsay Lohan, Justin Bieber o Miley Cyrus. 
          Hoy día hablamos mucho de que con la crisis económica ha desaparecido buena parte de la clase media, pero gracias a las guerras políticas con los constantes cambios de planes de estudios y el ocio basado en ganar dinero pasando por encima de quien sea, se está perdiendo otra cosa más importante que el valor económico; se está perdiendo los años de la infancia. Las videoconsolas, ordenadores y tablets han relevado a los juegos tradicionales, que en algunos colegios se intentan recuperar ante la asombrosa mirada de algunos niños que se preguntan “¿qué tontería es esta que tanto le gusta al maestro?”. La pérdida temprana de la inocencia unido a esta vorágine por intentar que el niño se adulto a los 12 años y no a los 15 como antaño, provoca que cada vez veamos abuelos más jóvenes y niños más viejos. 
          Un día, hace muchos años ya, decidí crear a este personaje ficticio que daría la réplica a una particular Alicia Sin Maravillas, y con él aprovechar mi vinculación laboral con los más pequeños para posicionarme en un mundo donde la fantasía y la ilusión está siendo devorada por la Nada, como si navegáramos por las estrofas de una novela de Michael Ende. En este tiempo no se, si he conseguido reavivar la imaginación de nadie, ni siquiera si mi columna la han leído más de cuatro o cinco, pero desde mi País de Nunca Jamás, siempre me posicionaré contra todo los capitanes Garfio, que intenten explotar a niños en una televisión o hacerles ver que son maduros para abortar sin tutelaje paterno con sólo 15 años. Como dijo en su día un político tan carismático como polémico de este país, “los niños son niños pero no tontos”; y hay que darles la formación adecuada en el momento correcto para que luego tengan la libertad de decidir lo que deseen hacer con su cuerpo en la edad adulta. Por eso, quiero cerrar mis líneas lamentando la pérdida de Iralia y solicitando que dejen a los niños que sean lo que son, que puedan soñar libremente sin patrones dados, porque tal vez un día logren hacer de esos sueños una realidad mejor que la que nosotros le hemos dado.
Publicado en Viva Barbate, el 15 de Marzo de 2014