Pasear en verano por tus calles es rememorar aquellos tiempos
pasados donde tus calles evolucionaban hacia un reino de poder y esplendor; en tu
Paseo Marítimo nos reencontramos los antiguos Niños Perdidos, que recordamos aquellas
aventuras pasadas, que motivaban nuestras risas y tristezas, las confidencias
que compartíamos y alguna que otra cicatriz heredada de nuestras travesuras que
también vuelven a ver la luz. Sentados en una terraza hablamos de aquellos
otros amigos que un día desaparecieron para siempre de nuestras vidas y nos
recreamos con las imágenes de aquellos maestros y profesores que disfrutaban
castigándonos tanto como nosotros en hacerles las habituales trastadas. Aquellas
tardes de domingos cuando portábamos en un puño cerrado el dinero para la
entrada del cine Avenida o Atlántico, en invierno, y al Terraza o Puerto cuando
el calor apretaba, para ver los disparos y carreras en pantalla grande mientras
comprábamos las chucherías que nos dejaría mal trechos los dientes en la
barraca del hermano mayor de nuestro amigo Miguel. De la adolescencia, queda
nuestras primeras noches de pubs y discotecas, con los prematuros sorbos de
alcohol en la hoy calle Diego Pérez, donde en los veranos se hacía imposible
transitar entre barras y grupos de amigos que se concentraban en las puertas de
la Cervecería, Don Vito, Ecetera, Cocoa
o Cliché; allí buscábamos nuestro primer beso y nuestro primer amor. El mes de julio, nos traía nuestra única feria
del Carmen, con la ineludible visita a la Caseta Municipal, ubicada en el
Parque Infanta Elena, que albergaba las actuaciones de los mejores solistas y
grupos del panorama nacional….., el mes de agosto de 2013, me ha hecho
rememorar todo aquello con los amigos de siempre que hoy peinamos canas.
En apenas un par de semanas volverá septiembre, entonces ellos volverán hacer sus maletas para volver con sus pareja e hijos, a su ciudad y dejarán las calles de este reino que dejó de ser emergente para ser una localidad llena de promesas que no termina de escalar el agujero al que un día se precipitó sin saber bien por qué ni cómo; tal vez por un tráfico de influencia de algún político nacional, por unos vendedores de humo que no supieron encauzarte el camino adecuado llevando a descarrilar un trayecto bien llevado pero a demasiada velocidad o tal vez porque simplemente ninguno supimos hacer bien las cosas. Lo que sí es cierto que sin querer he escrito un melancólico recuerdo de lo que fuiste y dejaste de ser, de la añoranza de tiempos pasados. Hoy todos los que vivimos los años 80 y principio de los 90 no dejamos de revolver entre recuerdos para ilusionar a un futuro Barbate que se sigue sosteniendo en macro proyectos que han dejado de ser cantos de sirenas para ser directamente tomaduras de pelo a unos ilusionados vecinos que siguen aspirando impasibles a que sus hijos pródigos no añoren los recuerdos de aquellos años todos los veranos y a que no haya más meses de septiembre.
En apenas un par de semanas volverá septiembre, entonces ellos volverán hacer sus maletas para volver con sus pareja e hijos, a su ciudad y dejarán las calles de este reino que dejó de ser emergente para ser una localidad llena de promesas que no termina de escalar el agujero al que un día se precipitó sin saber bien por qué ni cómo; tal vez por un tráfico de influencia de algún político nacional, por unos vendedores de humo que no supieron encauzarte el camino adecuado llevando a descarrilar un trayecto bien llevado pero a demasiada velocidad o tal vez porque simplemente ninguno supimos hacer bien las cosas. Lo que sí es cierto que sin querer he escrito un melancólico recuerdo de lo que fuiste y dejaste de ser, de la añoranza de tiempos pasados. Hoy todos los que vivimos los años 80 y principio de los 90 no dejamos de revolver entre recuerdos para ilusionar a un futuro Barbate que se sigue sosteniendo en macro proyectos que han dejado de ser cantos de sirenas para ser directamente tomaduras de pelo a unos ilusionados vecinos que siguen aspirando impasibles a que sus hijos pródigos no añoren los recuerdos de aquellos años todos los veranos y a que no haya más meses de septiembre.
Publicado en Viva Barbate del 23 de Agosto de 2013