Respetado y apreciado, Sr. Levante:
Querido vecino, Levante, este verano parece haber venido
usted con energías renovadas, tanto es así que se va a quedar la primera
quincena de Julio y los veraneantes se van a ir más blancos de lo que vinieron,
de hecho a los Niños Perdidos, les he planteado hacer un concurso de Castillos
de Arena en el comedor, ya que con el viento que usted provoca no pueden ir a
la playa, pero su generosidad ha provocado que la arena la tenga en toda la
casa.
Ahora,
permítame que le haga una sugerencia, y cuando vuelva usted a soplar hágalo con
fundamento, como decía ese cocinero televisivo,
y saque de Nunca Jamás a toda la “morralla” que nos amarra al noray del
puerto haciendo imposible que podamos florecer como deberíamos. Llévese al
prepotente mandatario que ordena y manda a una sociedad a la que debería de
servir, el cinismo que se expande de los
directores espirituales de diferentes religiones, el egoísmo del que añora más bienes de los que
en su vida puede disfrutar, la picaresca del trabajador que engaña a la empresa
que le da de comer y por supuesto al político gañán que cuenta por kilos el
tiempo de su gestión administrativa y no por los beneficios creados en la
sociedad.
Amigo
levante, tal vez resoples como yo, cuando lees los periódicos y compruebas como
vuelven a dispararse las diferencias entre las clases sociales. Yo, como usted,
pensé que con la muerte del caudillo
también perecerían los chantajes y la coacción del que mandaba a los que no lo
hacían, pero parece que como un círculo vicioso volvemos a caer en los errores
del pasado, ahora auspiciados por el cinismo de estar bajo el manto de una
hipócrita Democracia.
El pueblo
manda tan poco como antes a pesar del término griego, pero si antes estaba
temeroso, ahora aúna ese temor con el conformismo. Se abonan impuestos que
luego no se transforma en inversión; se repiten los problemas años tras años,
todos prometen solventarlos y ninguno trae soluciones; se disparan los casos de
corrupción a ambos lados de la acera política, etc... ¿Este es el poder del pueblo?
¿El poder
del pueblo?…….., Sr. Levante, creo que he caído en el error habitual, sigo
viendo los errores ajenos y obvio los míos, te pido que me lleves a mí, por
permitir que esto esté ocurriendo y ser sólo capaz de culpar a los demás, y no al
que ostenta el auténtico poder.
Publicado en Viva Barbate 12 de Julio de 2013